A veces lo simple es lo mejor

No se sabe si realmente existe la idea de negocio perfecta. Puedes tener una idea maravillosa, realizar estudios, contar con los mejores profesionales y asesores, un gran equipo, colaboradores referentes en el sector… y aun así nadie te garantiza que triunfes. Esto quiere decir que puedes seguir todas las reglas del buen emprendedor y fracasar.

Es evidente que todo esto es bueno para llegar a lo más alto, pero falta un factor: la suerte. Porque si, la suerte existe, y no hay manera de predecir cuando se dará.lightbulb-idea-300x300

Solía decir el Premio Nobel Paul A. Samuelson, considerado uno de los gigantes de la ciencia económica del siglo XX, que la competencia es fundamental, pero que el azar también existe. Otro Premio Nobel de Economía, el polaco Reinhard Selten, sostiene que «la capacidad de raciocinio del ser humano es, simplemente, imperfecto». Selten es el autor de la Teoría de Juegos, que trata precisamente de captar en una fórmula matemática el modo en que se toman las decisiones empresariales.

Pero teorías a parte, a veces la idea las sencilla es la que más éxito tiene. ¿Por qué? Algunos ejemplos donde la secillez permite multiplicar los márgenes son  Rainbow Loom, los kits para crear pulseritas con gomitas de plástico; las pulseras Pandora; los cuadernos Moleskine; o las chanclas Havaianas.

Pero la suerte no viene por si sola, tiene que tener detrás ciertos factores, como son un buen producto, un plan de negocio y el mejor equipo, pues la suerte no vendrá a hacerte triunfar así porque así.

«No es suerte, ni casualidad. A las personas nos gustan las cosas sencillas, porque son fáciles de entender, de usar y, en su caso, de viralizar», valora Miguel Vicente, business angel y fundador de LetsBonus y de Wallapop. «El marketing ayuda, y mucho, pero el producto tiene que ser bueno y gustar a la gente», agrega Vicente.

Pero ojo, sencillo no significa necesariamente lo mismo que simple. Pandora, por ejemplo, cuenta con un business plan muy estudiado y una experiencia de más de treinta años en el sector de la joyería. Desde 2008 es propiedad del fondo de inversión Axcel, desde 2010 cotiza en Bolsa y ya en 2011 era la tercera mayor empresa de joyería del mundo, sólo por detrás de Cartier y Tiffany & Co.

 En el mundo tecnológico ocurre algo similar. El difunto fundador de Apple, Steve Jobs, solía decir que la mejor tecnología era aquella que era tan intuitiva que acababa siendo «invisible» para el usuario. «Es tan bueno que parece fácil lo que hace», solemos comentar de los mejores deportistas.

En cualquier caso, todo éxito rápido corre el riesgo de fracasar con la misma rapidez. La clave está en la diversificación, no estancarse en el mismo producto. Havaianas ha sacado ya líneas de alpargatas, botas de agua, toallas de playa o llaveros, amén de las colecciones exclusivas de cada temporada. Así se depende en menor medida de un producto.