defensor de la marca

El mejor defensor que puede tener tu compañía es un cliente o un empleado. El marketing interno y las estrategias B2E están poniendo énfasis en el cuidado del trabajador. Y es que una plantilla saturada es una imagen nefasta para la marca.

5 recomendaciones para convertir a un empleado airado en defensor de tu marca

La gestión de conflictos es todo un arte, y puede conseguir que tu empleado deponga su ira y valore tus esfuerzos como líder. Estas cinco recomendaciones te ayudarán a resolver metódicamente la mayoría de los enfados de la plantilla.

1. Escucha sus motivos

Un enfado nunca viene de la nada. Escucha a tu trabajador y trata de averiguar cuál es su problema. Si tienes la ocasión, ayúdate de consultoras de recursos humanos o resolución de conflictos externos. Gracias a ellas tendrás una visión experta y más objetiva.

2. Busca una solución a su enfado

Ahora que conoces los motivos del enfado de tu empleado, trabaja para resolverlos. Da igual que creas que tiene razón o no. El objetivo es entender qué ha ocurrido, y casi siempre hay soluciones razonables a los problemas de la plantilla.

3. Si debes hacerlo, discúlpate

Si te das cuenta de que el trabajador tiene razón en su enfado, reconócelo. Discúlpate, porque todos agradecemos cuando reconocen que estábamos en lo cierto. Además, en este caso tu trabajador se sentirá agraviado, de modo que una disculpa puede bastar como compensación.

4. Garantiza la indemnidad

No te conformes con haber buscado una solución al enfado de tu trabajador. Debes asegurarte de que has resuelto su problema. Si consultas al empleado y haces que se sienta arropado entenderá que tú no eres el enemigo.

5. Evita repetir tus errores

Una vez satisfecho tu trabajador, deberías instalar protocolos en la empresa que eviten que se vuelva a dar la causa del conflicto. La mejor forma de convertir al trabajador en tu defensor es hacerle partícipe de estos protocolos. Pídele consejo para diseñarlos e instaurarlos y te lo agradecerá.

Si utilizas herramientas de defensa colectiva, como buzones de quejas o un defensor de los trabajadores, generarás un impacto positivo en tu plantilla. Por supuesto, la mejora de sus condiciones laborales es la mejor fuente de bienestar para tus empleados.

Las ventajas de la gestión de conflictos

En definitiva, la gestión de conflictos es una habilidad de liderazgo. Como tantas otras, se basa en la escucha activa y se desarrolla acompañando al trabajador durante todo el proceso. Gracias a ello, sabrás que estás resolviendo el problema.

Si consigues resolver el conflicto, tu plantilla (no solo el trabajador enfadado) te lo agradecerá. Esto supone poner un granito de arena hacia la construcción del empleado ideal: fiel, productivo y defensor de los valores corporativos.