En la actualidad, la empresa debe sobrevivir en un entorno altamente competitivo y convulso, en el que el cambio es la auténtica norma. Y si no te adaptas a los cambios, lamentablemente mueres. Por lo tanto, parece bastante claro que en mercados de esta naturaleza se valore cada vez más la creatividad y la innovación de los empleados. Dos términos que están estrechamente relacionados pero que no son exactamente lo mismo. Mientras que la creatividad es el hecho de idear algo novedoso, la innovación es la incorporación de tales ideas a los diferentes productos y servicios de la empresa, con la capacidad de aportar valor al público y alcanzar finalmente una importante ventaja competitiva. ¿Pero cómo ser capaces de estimular el pensamiento creativo de nuestros trabajadores? A continuación, te explicaremos una serie de técnicas para implicar y estimular las habilidades creativas del equipo.
¿Qué técnicas sirven para estimular el pensamiento creativo de los empleados?
Antes de explicar los métodos más importantes para mejorar la pericia creativa de los trabajadores, debemos explicar cómo podemos hacer para conseguir su implicación. Lo principal es establecer un ambiente favorable en el que se patrocine la generación de ideas nuevas, fomentando siempre el trabajo en equipo, pues el grupo permite pulir y mejorar cualquier propuesta. Y para lograrlo, será fundamental instaurar cierta “cultura del aprendizaje”, cuidar la gestión de error y motivar al equipo en todo momento mediante el establecimiento de retos y metas.
Una vez hemos abonado el terreno, llegó el momento de sembrar las semillas:
– Brainstorming: también llamado lluvia de ideas, se trata de anotar todas las ideas surgidas en el grupo en una pizarra o similar, escogiendo las mejores de entre todas ellas.
– Scammper: cada una de las ocho letras que compone SCAMMPER indica la técnica a aplicar al “foco” que hemos establecido, y sobre el que queremos generar ideas: Sustituir (qué puede ser sustituido), Combinar (productos, servicios o procesos para combinar con el foco y generar algo nuevo), Adaptar (qué podría ser copiado o adaptado), Modificar (qué puede cambiarse para potenciarlo), Magnificar (hasta dónde se puede llegar), Proponer para otros usos, Eliminar (cómo reducir al mínimo) y Reordenar (reconsiderar si existen “ordenaciones” más eficientes).
– TNG o Técnica Nominal del Grupo: similar al brainstorming pero de una manera íntima e individual, buscando que cada participante piense individualmente. En esta técnica se pide a cada miembro del grupo que escriba una idea, para posteriormente hacerlas todas públicas, defenderlas y efectuar una valoración grupal.
– Analogías: con esta técnica se pretende establecer paralelismos entre varias realidades, a fin de forzar conexiones entre ellas, por más lejanas que pudieran parecer en un principio.
Estas son algunas de las técnicas que puedes aplicar en tu empresa, imprescindibles para garantizar el futuro de tu negocio en un entorno tan convulso como el actual.