Hablar en público
A menudo, la mera mención de estas palabras hace que las personas más válidas se vengan abajo, invadidas por un miedo escénico que se sobrepone a cualquier capacidad y conocimiento que atesoren.
Desde Demóstenes a Steve Jobs, la capacidad de comunicar y difundir las ideas, los conceptos, los productos, los proyectos o los servicios ha estado ligada al éxito.
Pero no es que los grandes oradores y comunicadores hayan nacido con un don especial que les permita situarse al nivel del público y empatizar con él de una forma instintiva y natural, sin esfuerzo. Detrás de cada gran comunicador, hay un intenso y continuo trabajo, así como un constante perfeccionamiento de las técnicas que refuerzan su confianza y seguridad.
Muchas son las historias y leyendas que se cuentan de los grandes comunicadores y oradores sobre su trabajo y los esfuerzos por perfeccionarse y, a menudo, no entendemos que no basta con conocer y saber, sino que es imprescindible saber hacer llegar nuestro conocimiento a otras personas y, sobre todo, convencer.
¿Qué técnicas tenemos que trabajar para presentar, exponer o vender un producto ante un público?
Hoy en día existen numerosas apps y herramientas que nos ayudan a perfeccionar y controlar estas técnicas, las cuáles te recomendamos utilizar. No obstante, te damos una serie de reglas básicas que tienes que seguir para preparar cualquier tipo de intervención pública:
1º Estudio y preparación: todo comienza por planificar bien lo que vamos a comunicar. Organizar las ideas y escoger las frases que mejor las expresan, concentrarse en lo importante y, finalmente, establecer un guión y escoger los soportes que nos van a ayudar en nuestra exposición.
2º Simplificar el mensaje: el ser humano tiene una capacidad de atención y absorción de información limitada. Hemos de seleccionar aquello que es fundamental en lo que queremos comunicar, traducirlo en aquellas palabras con las que nos sintamos cómodos y hacerlo llegar al público de forma comprensible. Todo lo accesorio sobra.
3º Concreción, la regla de 3: nuestro auditorio no va a retener mucho más, 3 grandes bloques y 3 ideas principales.
4º Apoyarnos en las imágenes: los medios de apoyo visuales no solo servirán de hilo conductor, sino que nos ayudarán, como dos grandes muletas o un parapeto, a desviar la atención de la audiencia de nuestra persona a las imágenes. Son como escapatorias a nuestra timidez.
Por último, destacamos la elección del entorno, dónde vamos a exponernos al público. Se trata de familiarizarte con el entorno propuesto o, mucho mejor, elegir un terreno amigable, conocido y que nos aporte seguridad y confianza.
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