Muchos empresarios viven el llamado síndrome del trabajador estancado. Es posible que su empresa vaya bien y que las cifras de beneficios aumenten, pero sienten que han perdido la ilusión. Recuperar la pasión por el negocio es fundamental, sobre todo para conseguir el necesario equilibrio entre vida profesional y personal.
Consejos prácticos
Cuando sientas esta desmotivación, el primer consejo que te damos es que te plantees por qué te está sucediendo. Más allá de cuestiones personales que no podemos controlar, es importante hacer un examen de conciencia porque, conociendo las causas, podrás encontrar soluciones.
Una vez encontrada la causa, te damos una serie de consejos para que puedas recuperar la ilusión por tu empresa.
Márcate un nuevo objetivo
Salvo que no te guste tu negocio, y siendo así es raro que llegases hasta aquí, seguro que te puedes plantear nuevas metas. Ofrecer un nuevo producto o servicio o crecer en otros campos es un elemento motivador que te haga recuperar las ganas de sacar lo mejor de ti.
Busca tiempo para ti
Parece obvio, pero entre la vida laboral y familiar, en muchos momentos no tenemos tiempo para desconectar y dar rienda suelta a nuestras aficiones. Esto es muy importante, porque nos equilibra y ayuda a estar mejor, de manera que no sentirás que tu profesión es una losa.
Satisface tu curiosidad
Igual te extraña, pero aprender y saber es algo que nos gusta a todos. El consejo que te damos es que intentes interactuar con personas especializadas en el producto o servicio que vendes, para así poder mejorar y tener nuevas ideas.
Fortalece tus relaciones
Cuando una persona está algo baja de moral o desmotivada, tiende a aislarse, aunque no sea consciente en un primer momento. La mejor manera de recuperar la ilusión consiste en mantener activas tus relaciones.
Tomar un café cuando antes no lo hacías o salir como premio con tu familia son formas de hacer algo diferente.
Delega
El perfil de empresario que atiende todo es muy común en los pequeños negocios pero, a partir de un determinado momento, es poco práctico. Entre otras cosas, ya no por una cuestión de eficiencia económica, sino porque se te va a hacer insoportable.
Delegar es una forma de ganar en eficiencia y productividad. Muchas personas acaban hartas del negocio que han creado por no saber compartimentar las parcelas.
Conclusión
Si ves que estás perdiendo la pasión por tu compañía, es el momento de indagar y actuar para que lo que empezó siendo una bonita experiencia no se acabe convirtiendo en una pesadilla. Si has sido capaz de levantar una empresa, seguro que, siguiendo estas pautas, podrás recuperar las ganas.