
¿Llegas nuevo a una empresa y tienes que dirigir un equipo ya formado? Todo cambio siempre impone, pero uno de los más desafiantes siempre es cambiar de puesto de trabajo. Y, si tienes la responsabilidad de liderar un equipo ya formado, tienes también la responsabilidad de que el cambio sea lo menos brusco posible para tu nuevo equipo. Por eso, en este post te damos algunas recomendaciones para afrontar con éxito el reto.
Las primeras impresiones son las que más cuentan
Dicen que nos formamos una impresión de cómo es una persona en los siete primeros segundos. Pero, sin agobiarnos por sellar nuestro destino en tan breve espacio de tiempo, tenemos que saber que empezar con buen pie en una nueva empresa es importante.
Tienes que ponerte en la piel de tus nuevos subordinados. Para ellos también es un cambio y seguro que tienen aprensión sobre lo que harás con ellos y su trabajo. Tienen que saber que les vas a escuchar y a valorar sus opiniones. Son tus mejores aliados, puesto que llevan en ese equipo más que tú.
Las primeras semanas y meses en tu nuevo puesto son para aprender a moverte en el entorno, y los que mejor te pueden enseñar son ellos. Saben mejor que tú cómo funciona el equipo, cómo desenvolverse dentro de la nueva política de tu empresa y cómo sacar adelante el trabajo. Si te ganas su confianza, tienes la mitad del trabajo hecho.
Los mejores líderes inspiran a su equipo
Creamos a nuestro alrededor un reflejo de nuestra actitud. Por eso, si quieres algo de tu equipo, tienes que ser el primero en darlo. Si quieres compromiso, motivación y espíritu de colaboración, tienes que conseguirlo con tu ejemplo.
Un equipo siempre responde al comportamiento del jefe. Para sacar lo mejor de tus nuevos trabajadores, tienes que dar lo mejor de ti mismo. El objetivo es tener trabajadores capaces de ser autónomos, tomar iniciativas y resolver problemas. Un jefe no puede llegar a todas partes, por eso es esencial que exista confianza por ambos lados.
Si confías en las decisiones de tu equipo, les inspirarás para que desempeñen mejor su trabajo.
Una buena oportunidad para la empresa
Todo cambio siempre es una gran ocasión para mejorar cosas que han sido relegadas a un segundo plano. Cuando un nuevo trabajador llega a un equipo, hay que hacer nuevos ajustes. Estos son aún más importantes si quien llega es el jefe.
Por ello, es importante aprovechar para preguntar a tu nuevo equipo si les gustaría cambiar algo o piensan que alguna cuestión podría mejorarse. Esto aumenta la confianza y crea un clima de colaboración e implicación en la empresa.
Deseamos que estas recomendaciones te sirvan para empezar con buen pie y poder liderar con éxito tu nuevo equipo. ¿Te sientes preparado?