Para hablar bien en público no basta con recibir buenos consejos. La experiencia y la preparación son fundamentales para comunicar con eficacia. Ahora bien, como ocurre al aprender a conducir, la teoría va por delante de la práctica. Por eso, para aprender a hablar en público, te vendrá bien saber qué tips ayudan a desenvolverse con eficacia.
Cómo hacer un discurso eficaz
Cualquier profesional termina hablando en público, antes o después, en sus quehaceres diarios. Especialmente, los empresarios, emprendedores y directivos, que representan a su marca y, con frecuencia, precisan promoverla o defenderla ante amplios auditorios.
Sé natural ante el público
Exprésate con sencillez, sé tú mismo, muéstrate con naturalidad y no intentes parecer lo que no eres. La oratoria política sí suele utilizar técnicas de interpretación para conquistar al electorado. Pero, para el resto de los mortales, el objetivo debe ser desenvolvernos con la frescura, la confianza y la normalidad con la que nos comunicamos con nuestros seres queridos. Y eso sí que está a tu alcance y al de todos.
Organización y trabajo
Debes preparar tu discurso con un alto nivel de exigencia. Conviértete en el mayor experto posible en la materia. Investiga al público, al sujeto promotor, el tema y la situación. Desarrolla una adecuada preparación próxima y remota. Realiza tus estudios previos y define, a partir de ellos, cuál es la finalidad de tu comunicación y qué idea central debes utilizar para alcanzarla. A partir de este momento, elabora el contenido de tu comunicación con sus ideas principales, secundarias y con los recursos estilísticos más idóneos.
Sé breve
No nos sobra el tiempo. El criterio de brevedad es un buen aliado en cualquier comunicación ante un auditorio. Si eres capaz de simplificar, ser directo, conciso y fácilmente comprensible, tendrás mucho ganado. Pero, aun así, lo principal no es el tiempo que dura tu discurso, sino la agilidad con la que se percibe. Dale ritmo, intriga, dinamismo e intercala imágenes visuales para que se reciba con celeridad y máximo interés.
Olvídate del lenguaje corporal
Deja que fluya tal cual eres. Previamente, deberás haber sido consciente de qué muletillas o tics corporales pueden desviar la atención en tus comunicaciones, y las habrás trabajado. Pero en el momento de la verdad, insistimos: sé tú mismo. Es mejor que te centres en sentirte entusiasmado, convencido, tranquilo y seguro. El lenguaje de tu cuerpo transmitirá esos valores.
Recrea, nunca memorices ni leas
La memorización te hará quedarte en blanco y la lectura sonará lejana y poco interesante. La recreación consiste en improvisar sobre un todo que dominas, en el cual eres experto y del que tienes un guión con todas las ideas importantes. Es el camino para el éxito.
Si empiezas a aplicar estos consejos, crecerás como orador y comunicarás con eficacia.