Desde que la mujer se incorporó al trabajo, las empresas se empezaron a encontrar con un problema que era necesario solucionar: las mujeres no tenían tiempo para dedicarse a la familia, así que había que cambiar la mentalidad y replantear la forma de trabajar para conciliar ambas actividades.
Con los años este problema sigue presente en nuestra sociedad, y no sólo afecta a las mujeres. Muchos hombres dedican gran parte de su tiempo a trabajar, y eso les impide realizar otras actividades. El trabajo absorbe la mayor parte de las horas del día de muchas personas, que no pueden disfrutar de su tiempo libre ni de su familia, y tampoco pueden encargarse del hogar, de sus hobbies o de, simplemente, relajarse. Te damos algunas claves para conciliar la vida labora y familiar:
Consejos para conciliar vida laboral y familiar
- Hay empleos que permiten elegir turno o hacer cambios con otros compañeros de trabajo. Si es tu caso intenta elegir el turno que mejor te vaya.
- Organiza y planifica tus actividades, tanto del trabajo como del hogar y tiempo libre. Márcate un horario y ordena las tareas que debes hacer según su prioridad. Para ello dedica el tiempo que haga falta, ya que a la larga saldrás ganando.
- Aprende a pedir y a delegar labores. Conoce tus límites, has de ser consciente que no puedes hacerlo todo y que a veces hay que dejar algunas tareas por hacer.
- Fija un tiempo límite de trabajo, lo que se conoce como dead-line, y proponte cumplirlo. No puedes pasarte todo el día trabajando, así que mejor si estableces unos horarios desde un principio. Y, por supuesto, no te lleves trabajo a casa, ¡déjalo en la oficina!
- En casa, comparte las tareas domésticas con tu pareja y, si los tienes, con tus hijos. En tu hogar no sólo vives tú, así que todos deben encargarse de una parte de su cuidado.
- Si quieres estudiar, que no te lo impida el hecho de trabajar. ¿Te has planteado hacer un curso online o ir a la universidad a distancia? Ello te permitirá organizar tu tiempo como mejor te vaya sin la necesidad de perder horas desplazándote del trabajo a la universidad o centro y de ahí a tu casa.
Y, sobre todo, ¡no te sientas culpable por disfrutar de tu tiempo libre! Por mucho trabajo que tengas pendiente, si no te tomas unos momentos de descanso y ocio al día, a la larga acabará perjudicándote a tu salud.