Consejos para evitar convertirte en workahólico

Estás tomando un café y no puedes evitar revisar el móvil una y otra vez o tienes miedo de coger vacaciones para que no te reemplacen. Estos y otros síntomas pueden estar indicando que eres workahólico​, un adicto al trabajo. Pero no te preocupes, hay ciertas medidas que pueden ayudarte a superarlo. Eso sí, antes hay que establecer el diagnóstico adecuado. Saber qué problema tienes es esencial para conocer qué solución aplicar para resolverlo. Aquí te ofrecemos algunos consejos.

¿Qué es ser workahólico?

Pues es eso, así de simple, ser adicto al trabajo. Como puedes observar, es un juego de palabras con «work», que sería trabajar en inglés, y la terminación que indica una dependencia fuerte hacia algo. Por tanto, si tienes un excesivo compromiso con tu actividad laboral, más allá de lo que podría considerarse razonable, si no puedes evitar sentirte culpable a todas horas o si no puedes decir que ‘no’ cuando tu jefe te llama un domingo a las tres de la tarde, entonces es probable que seas workahólico.

Pero ¿qué puedo hacer?

No existe una panacea para todos los males, pero sí pequeñas ayudas. Lo primero y esencial es mentalizarse de algo: nadie, absolutamente nadie, es imprescindible. Puedes ser de los mejores en lo tuyo, pero si no pueden vivir sin ti un día, algo va mal. Veamos algunos pasos a seguir:

Ponte horarios

Parece evidente y difícil, pero no lo es. Debes ponerte horarios, decidir cuándo trabajas y cuándo no y, como el alcohólico, seguirlo a rajatabla. Piensa que si recaes, volverás a esa vorágine que te impide ser feliz con los tuyos y disfrutar de pequeños placeres.

Sé organizado

A veces, el problema viene porque no nos organizamos bien, queremos hacer tantas cosas a la vez que no hacemos ninguna. Tómate un tiempo antes de comenzar la jornada y organiza tu agenda. Esta simple tarea da un resultado que no podrás creer.

Sé razonable: si te cansas, no rindes

Sí, esto es un hecho, si te cansas, no rindes en el trabajo. Por eso, es importante que tomes los descansos muy en serio o, al final, estarás cansado, despistado y podrás cometer errores. Eso no te conviene, podría desembocar en tus peores miedos, como el fracaso.

Puede que no parezca un problema ser workahólico, ¿cómo va a ser malo trabajar duro y no tener tiempo libre?, pero, llevado al extremo, cuando se convierte en una adicción, sí lo es. Nadie es Dios y todos tenemos un límite. ¿Eres workahólico?