El impago es uno de los problemas frecuentes de los emprendedores. Ya sea por falta de liquidez o porque el deudor simplemente no quiere pagar, es común que los cobros se retrasen e incluso no se lleguen a hacer nunca. Esta situación siempre es incómoda para la empresa o el autónomo, y en los peores casos puede llegar a tener consecuencias graves. Por eso te damos algunas claves en cuanto a la gestión de impagos que pueden serte útiles.
1. Infórmate sobre la empresa
Lo primero que has de hacer es informarte, ya que no siempre los impagos se deben a que el cliente se niega a pagar. A veces el motivo es falta de liquidez, cosa que es importante conocer para saber cómo gestionar el tema. Por ejemplo, ante un caso de morosidad deliberada sería acertado exigir el pago inmediato, pero esto no sería tan buena idea si la empresa no tiene dinero para pagarte, ya que no conseguirás nada por esta vía.
Por eso te será útil saber si el deudor tampoco paga a otros acreedores o si ha entrado en un concurso de acreedores.
2. Una gestión importante: haz un seguimiento de la deuda
Uno de los trucos que usan los morosos es dejar que pase el tiempo, pues saben que acabarás por dar prioridad a las deudas más recientes. Por eso te conviene hacer un seguimiento de la deuda en cuanto detectes que hay algún problema con una factura. Espera a que termine el plazo de pago porque el cliente puede pagar hasta el último día del mismo, pero luego pasa a reclamar.
3. Negocia los plazos
En este punto nos referimos a los impagos que se deben por falta de liquidez del deudor. Puede ser, incluso, que esté sufriendo las consecuencias de otros impagos.
En estas situaciones, quieres que se te abone el importe acordado, pero sabes que no puedes exigir el pago inmediato porque es imposible para el cliente cumplir con tu petición. En este caso, una opción es fraccionar la factura en dos o tres pagos.
4. Envía una carta certificada de impago
Antes de acudir a los tribunales, si ves que tus reclamaciones no surten efecto pide a un abogado que redacte una carta certificada y envíasela al cliente. A veces, esto sirve para que el deudor vea que vas en serio y emita el pago. Pon siempre una fecha límite.
5. En el peor de los casos, acude a los tribunales
Si ya has agotado todas las vías amistosas y el importe que vas a reclamar hace que merezca la pena iniciar un proceso judicial, te tocará acudir a los tribunales. Una situación tristemente frecuente para los emprendedores.
Estas son algunas claves para gestionar un impago, una situación en la que casi todos los emprendedores se ven inmersos en una u otra ocasión. ¿Te ha pasado alguna vez?