Los profesionales de cualquier actividad laboral pasan muchas horas trabajando. Así, para la felicidad personal resulta imprescindible saber disfrutar del trabajo y del entorno laboral.
Por qué es tan importante disfrutar del trabajo
Como bien sabes, todos somos únicos, insustituibles y valiosos. Tenemos gustos, actitudes y competencias diferentes que nos hacen sentirnos bien desempeñando labores completamente distintas. Hay perfiles ideales para el contacto con la gente, mentes racionales que disfrutan entre fórmulas matemáticas o algoritmos informáticos, y personas con destrezas manuales muy concretas. Es algo que puedes comprobar en cualquier centro de negocios o espacio de trabajo.
La satisfacción de hacer las cosas bien, de ser útiles y necesarios, nos hace sentirnos mejor, realizados. Pero esto solo ocurre si las tareas y trabajos que desempeñamos se adaptan a nuestra personalidad, o cuando la motivación nos permita predisponernos positivamente al desempeño de esa actividad.
Pasamos unas 7 u 8 horas diarias trabajando, durante al menos 5 días por semana. Si no pasamos animados y contentos ese tiempo, nuestra vida global se ve afectada.
La importancia de los compañeros de trabajo
El ambiente laboral, es decir, las personas que nos rodean en el trabajo, también son decisivas, para bien o para mal. Los humanos somos seres sociales, necesitamos sentirnos valorados, aceptados, queridos y considerados por cuantos nos rodean.
Consejos para disfrutar del trabajo y de los «compis»
1. Sé positivo. Predica con el ejemplo, mantén una actitud de apertura y colaboración.
2. Impulsa el cambio… desde dentro. Nada es inmutable, todo puede mejorarse o alterarse. Ahora bien, el modo más valioso que tenemos para cambiar el mundo, y el entorno, es cambiar nosotros mismos.
3. Pasa de rumores. No seas correa de transmisión de bulos, rumores ni maledicencias. Es más, de manera educada y comprensiva, frena estos dimes y diretes.
4. Aparca tus prejuicios. Todos tendemos a asignar rasgos y etiquetas de un modo inconsciente. Nos resulta inevitable e inmediato. Lo que sí puedes hacer es no dejarte llevar por esos clichés y ahondar en la verdadera esencia de cada persona.
5. Gestiona el estrés. Si la presión es excesiva, no esperes a explotar para combatirla. Además, los vómitos emocionales nunca traen buenas consecuencias, es mejor hablar de desencuentros que explotar descontroladamente con los compañeros de trabajo.
Por último, disfrutarás mucho más de tu trabajo si acudes a tu empleo con mentalidad activa, te fijas objetivos, te marcas metas alcanzables, te relajas y te cuidas. En todo caso, pon tu foco en los motivos por los que estás desempeñando esa actividad.
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