El estrés no solo es un invitado constante en la oficina, sino que también es tremendamente molesto y perjudicial para la productividad y para tu salud. Por eso, te ofrecemos cinco consejos que te ayudarán a combatir el estrés durante tu jornada laboral.
1. Si te confrontan, no te dejes llevar
El estrés tiene la función de empujar tu organismo al límite. Eso es lo que lo hace útil en un grado controlado. Sin embargo, es muy difícil que una situación de oficina merezca que actives tus instintos primitivos.
Por eso, cuando sufras alguna confrontación, lo mejor es que mantengas el temple. Durante la jornada laboral puedes sufrir ataques de clientes, de tu jefe, de compañeros o de tus propias inseguridades. El mejor modo de lidiar con estos ataques es responder asertivamente. Sonríe, adopta un lenguaje corporal no invasivo, rebaja tu tono de voz… Fingir un estado de serenidad te ayudará a alcanzarlo realmente.
2. Ataja los problemas de raíz
Muchas veces, dejamos que determinadas situaciones nos sobrepasen, o aplazamos para mañana tareas de la oficina que podríamos hacer hoy. Posponer tus funciones no solo te hará menos productivo, sino que contribuirá a aumentar tus niveles de estrés.
Y es que no sabes qué ocurrirá mañana, por lo que no deberías sobrecargarte si puedes evitarlo. Del mismo modo, los problemas son más fáciles de solventar cuando actúas rápidamente. Por eso, deberías terminar las tareas del día y solucionar los problemas en cuanto los detectes.
3. Mide tus fuerzas
Es fundamental que seas capaz de medir tus fuerzas con objetividad. Si te haces una imagen distorsionada de tus capacidades, terminarás pagándola. No te sobrecargues de trabajo para poder llevar tus tareas al día, siendo eficiente y ordenado.
4. Piensa un poco en ti
Ten en cuenta que el exceso de estrés es nocivo para tu salud. Genera problemas de sueño y ansiedad, trastornos de alimentación, rebaja tus defensas…
Por eso, una buena forma de concienciarte, es enfrentar tus problemas desde el mismo momento en que aparecen y no dejarte llevar, es pensar en tu salud.
5. Adquiere buenas costumbres
Trabajar en tu higiene del sueño, seguir dietas equilibradas o hacer ejercicio habitualmente, son costumbres que pueden ayudarte a reducir el estrés.
También te ayudará rechazar malos hábitos. Por ejemplo, muchos fumadores piensan que el tabaco les ayuda con el estrés, cuando en realidad es una droga estimulante.
Mayor conciencia para prevenir el estrés
En definitiva, cobrar más consciencia de tu día a día te ayudará a prevenir o reducir el estrés. Y es que esta enfermedad del siglo XXI se combate preocupándose un poco menos y disfrutando de la vida un poco más. ¿Cuáles son tus consejos para relajarte?