Habilidades emprendedoras

Las habilidades emprendedoras, como cualquier otra habilidad o técnica, se aprenden. Hay quien cree que las personas nacen configuradas con determinadas habilidades. Las historias sobre “tener un don” no son más que fábulas románticas.

Por tanto, aquí van tres recomendaciones para todos los emprendedores.

Planificación

La mejor forma de conseguir resultados es planificando. Cuando persigues una ilusión, pero no has trazado un camino, lo más fácil es que termines perdiéndote. Si vas a desarrollar tus habilidades emprendedoras necesitarás invertir mucho tiempo y esfuerzo. Por eso, si no quieres desperdiciarlos, lo mejor es elaborar un plan de inversión. Pregúntate:

– ¿Qué habilidades necesitas desarrollar realmente?

– ¿Cómo puedes aprender en esos campos?

– ¿Qué recursos acelerarán el proceso?

Aprendizaje

Nunca nadie insistirá lo suficiente en este punto. Las habilidades emprendedoras se aprenden. ¿Y cómo puedes aprender firme y rápidamente? Evidentemente, acudiendo a profesionales. Ten absolutamente claro que si planificas adecuadamente tu formación, no gastarás un euro en ella: lo invertirás.

Acude a escuelas de negocio, conságrate a un gurú de la emprendeduría o entrevístate con el dueño del local de moda de tu barrio. Sigue tu plan y toda tu inversión en formación dará resultados. Por si quieres empezar ya, te recomendamos tres libros para emprendedores:

1. Lidérate

Este libro, de Agustín Peralt, describe el método de productividad FASE. Por tanto, se enmarca perfectamente en las recomendaciones de planificación.

2. Por qué a unos les sale mejor la paella que a otros

Esta obra, de Albert Daina, recopila sugerencias, consejos y técnicas para hacer que una idea de negocio se convierta en una empresa viable.

3. La empresa camaleón

Si ya te has lanzado a la piscina, Antonella Fayer y Jorge Salinas te explican el salto al modelo cooperativo de empresa. Aprende más sobre la empresa del futuro sumergiéndote en sus páginas.

Práctica

La planificación va a ahorrarte tiempo y recursos, y la formación te proporcionará conocimientos. Pero el único modo de alcanzar la excelencia es mediante la práctica. El consejo es de Aristóteles, no de Steve Jobs. Y es que refleja una realidad tan antigua como nuestra propia psique.

“El ser humano es un animal de costumbres”, decía. Y lo cierto es que solo mediante la repetición y el error podrás asimilar y perfeccionar esas habilidades emprendedoras que persigues.

Conclusión: el trabajo duro y ordenado tiene su recompensa

En definitiva, emprender no se diferencia tanto de otras actividades. Puedes aprender a hacerlo si inviertes tiempo y esfuerzo. Persevera, porque te equivocarás una y mil veces. Aprende de otros emprendedores y aprovecha los trucos de quienes ya han errado antes. Asimismo, aprovecha los servicios profesionales de los que han llegado antes.

Desarrolla tus habilidades emprendedoras y verás cómo, en poco tiempo, será de ti de quien estarán aprendiendo los demás.