En algunas ocasiones, comprar una empresa en marcha es una forma distinta e interesante y quizás hasta atractiva de comenzar en el mundo de los negocios. Pero hay que tener en cuenta que un negocio en marcha puede ser vendido por muchas razones. El futuro empresario debe ser listo y estar atento a todos los detalles para no tener sorpresas después de la compra.

El emprendedor que desea considerar esta posibilidad debe dar pasos muy firmes para determinar si realmente es una “gran oportunidad”. Hay muchos aspectos que se deben tomar en cuenta:

1. El historial de éxitos y fracasos que ha tenido la empresa

2. La historia detrás del producto.

3. Tratar de entender las razones «reales» por las que el empresario vende la empresa. No siempre son las que él manifiesta.

4. Su posición con respecto a la competencia, la competitividad, exclusividad y vigencia de la necesidad que satisface el producto.

5. La opinión de los clientes y de la comunidad con respecto a la empresa.

6. Definir si conviene comprar la figura legal o solo el negocio en marcha.

7. El comportamiento de las ventas, los márgenes de contribución y las ganancias netas de la empresa, al menos en los últimos 3 años.

8. Conocer el comportamiento del flujo de caja en estos 3 años.

9. Determinar el valor en libros y el valor real de todos los activos y pasivos de la empresa, para conocer el patrimonio de la empresa, que casi nunca es el valor real de la misma.

10. Proyectar los Flujos de Caja de la empresa, en tres escenarios, al menos para los próximos 60 meses.

11. Determinar si los dueños actuales seguirán teniendo alguna participación en la empresa, después que esta sea comprada.

12. Revisar con abogados los temas legales de la empresa, las deudas contingentes y el nivel de exposición fiscal.