La importancia de la imagen

Tu imagen personal es una potente herramienta de comunicación que habla por ti sin necesidad de que abras la boca. Dice a los demás quién eres, qué ofreces, cuáles son tus aspiraciones y capacidades.Front view portrait of four business executives smiling

Puede que el mensaje que transmite sea cierto, o no, pero es a partir de ella, de tu apariencia, de dónde tu interlocutor se formará una impresión sobre ti, al menos la primera.

Vivimos en un mundo en el que, para bien o para mal, la imagen tiene un gran peso. Lo tiene, al menos, en un primer momento. Lo es durante esos primeros 20 segundos, tiempo según los expertos es suficiente para hacernos una idea, para juzgar, etiquetar o encasillar, a la persona que tenemos delante.

Tener el control de tu imagen, aprender a gestionarla para que transmita en cada momento de tu vida, personal y profesional, el mensaje que quieres y/o necesitas, se convierte en una cuestión más importante y transcendente de lo que muchos, incluso tú probablemente, piensan.

No se trata en ningún caso de engañar a nadie tratando de aparentar lo que no eres, sino de predisponer a tu favor a los demás y de alinear tus virtudes internas, tus conocimientos, habilidades y aptitudes, con lo que proyectas hacia el exterior.

Se trata de elegir el envoltorio que más te convenga y ayude a ganar la credibilidad y confianza de terceros. Aquel que pone en valor tus capacidades, experiencia y preparación y expresa tu verdadera identidad, es decir, la armonía entre el ser y el parecer, de otro modo generaría rechazo.

Inmersos como estamos en una cultura visual, la imagen es la primera prueba, si no la pasas, puede que estés suspendido.

Pero ¿Qué es la imagen personal?

Está claro que tu imagen es algo más de lo que se ve a simple vista. Abarca un exterior que se ve y un interior que en principio es invisible, pero que se transmite a través de ella.

Tu carácter, personalidad, sentimientos, emociones, pensamientos, se reflejan en la cara, en la postura, en los gestos y… en la ropa que te pones, el corte de pelo que luces y los de colores de las prendas que vistes.

Aunque no lo creas, en muchos ámbitos de la vida, entre los que se encuentran el profesional y de negocios, entrar por los ojos significa tener más posibilidades de que te escuchen, te atiendan y te den una oportunidad… hacerla valer, aprovecharla, es cosa tuya.

Y puesto que “somos vistos antes que oídos” deberías empezar por trabajar tu apariencia externa para conseguir que esa foto que los demás se hacen de ti en unos pocos segundos,te deje en buen lugar.

Gestionar tu imagen para tener el control de tu vida personal y profesional se presenta como una inversión muy rentable. Y saber vestir es una más de las habilidades que deberás conocer y aplicar para alcanzar las metas que te hayas propuesto, aunque tampoco debes olvidar otros aspectos de tu “imagen” que “hablan de ti”, como tu postura, tus gestos, tu forma de modular la voz o tus expresiones faciales que, en cualquier entrevista o reunión serán tenidos en cuenta.

Deja de pensar que  tu imagen no cuenta, corres el riesgo de dejar de contar tú.

  • Sandra Cuenca Señoret

    La imagen que transmitimos a los demás es clave. Sobretodo en el mundo laboral, la imagen que transmitimos es lo primero que ven de nosotros y hay que cuidarla. Hay escuelas específicas para esto, como http://www.sarastudio.com/ que nos ayudan a definir nuestra imagen y los puntos claves para mejorarla.