Financiación empresas

El crowdlending es una fórmula de financiación alternativa para empresas y particulares. Se basa en el préstamo entre particulares o de particulares a empresas. Actualmente es una alternativa a los canales tradicionales de financiación, como son los bancos.

Además, en los últimos años, las nuevas tecnologías han facilitado su expansión por todo el mundo ya que facilitan el contacto entre las dos partes.

Cómo funciona el crowdlending

Lo más habitual es que las dos partes recurran a plataformas online que están especializadas en crowdlending, como por ejemplo son Zank o Mytriplea. En estas plataformas, los inversores privados pueden invertir la cantidad que deseen en el proyecto que quieran de los que están disponibles. A cambio de su aportación, los inversores recibirán la rentabilidad que se pacte. Con esta fórmula, el inversor puede controlar donde va a parar su dinero, aunque al tratarse de un préstamo y no de una compra de participaciones o acciones no tendrá derechos sobre la empresa que recibirá los fondos. Para evitar riesgos, lo más recomendable es diversificar entre varios créditos, plataformas y países.

Por su parte, el solicitante también tiene ventajas. El dinero tanto puede servir para nuevas inversiones como para financiar el circulante. Además, la empresa recibe los fondos con mayor rapidez que en el banco, y en general, sin su larga lista de exigencias.

En Internet existen diferentes plataformas de crowdlending. Las empresas que quieran acceder a la financiación deberán responder a los diferentes criterios que se les exijan en cada una de las plataformas. Entre estos requisitos generalmente están los de demostrar su actividad y legalidad y responder directamente ante los prestatarios, así como presentar toda la información requerida en cada plataforma para ser aceptado.

Límites para los inversores

Según un estudio de la Universidad de Cambridge, en España la media de cada operación de crowdlending se sitúa en 24.868 euros (puede participar más de un inversor) mientras que en el extranjero se consiguen cifras muchas más elevadas, de hasta 100.000 euros. En el caso de España, la ley de Fomento de Financiación Empresarial establece que los inversores particulares no acreditados no pueden prestar más de 3.000 euros por operación. Además, tampoco pueden realizar créditos por un valor conjunto de 10.000 euros anuales.

Así que si eres una empresa que necesita financiación, ¡el crowdlending es una fórmula ideal para conseguirla!