Como actuar ante la marcha del mejor empleado

Puede ocurrir en tu empresa que haya un empleado que se convierta en una pieza fundamental del engranaje de la compañía y, si se va, deja un vacío difícil de cubrir. Puede haber acumulado responsabilidades clave que no se transfieren fácilmente de trabajador a trabajador, saca adelante una mayor cantidad de trabajo, o puede suceder que su trabajo es esencial para que el resto de empleados puedan funcionar con normalidad.

En estos casos, es muy importante que marques una serie de pautas a seguir para asegurar el buen funcionamiento de la empresa y mantener la productividad aunque se vaya un empleado clave.

Suavizar la transición

Antes de que se vaya, es importante mantener con el empleado una serie de reuniones en las que éste explique con detalle su metodología y sistemas para cumplir sus tareas. No se trata de reunir números y cifras, sino de que explique cuáles son las claves de su puesto de trabajo.

Es mejor no dejar esto para el último momento, sino valerse de las últimas semanas que el trabajador pasa en la compañía para realizar la transición de manera que cause el menor impacto posible.

Aumentar la productividad de la empresa

Estas entrevistas son además una buena manera de analizar cómo funciona realmente la empresa para los trabajadores. Son una oportunidad de localizar y corregir posibles fallos en la organización y gestión de la compañía, y es importante aprovecharla, pues la marcha de un buen trabajador puede hacer recapacitar a otros para seguir su ejemplo.

Conseguir un buen ambiente laboral es necesario para mantener a los buenos trabajadores.

También es importante valorar si se puede retener al trabajador estrella. Tal vez un aumento de sueldo o una mejora en las condiciones salve a la compañía de una pérdida mayor, pero si no es posible, hay que dejarlo marchar manteniendo la buena relación y apoyándole en su decisión.

Dejar actuar al nuevo empleado

Tal vez la decisión más importante de todo este proceso sea la de elegir al empleado que sustituirá al que se marcha. Hay que decidir si se elegirá a un trabajador externo o a alguien de la compañía, ya familiarizado con los procesos de trabajo.

Sea quien sea el seleccionado, tiene que contar con la total confianza de la compañía. En este sentido, es importante darle margen de maniobra para que implemente las estrategias que considere más oportunas, aunque puedan diferir de las usadas por el trabajador que se marcha.

Por ello, es importante formar bien a todos los empleados de la compañía. Esto evitará que el grueso de la responsabilidad recaiga sobre una sola persona que puede decidir abandonar la empresa. Implementar un plan formativo para todos los empleados desde que entran a trabajar en tu empresa y exponerles a diversas situaciones que puedan encontrarse en el día a díaayudará a suavizar la marcha de tu trabajador estrella.

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